La alarma que se activó en diciembre del año pasado en la zapatería RKS se ha desconectado un mes después ya que la empresa ha accedido a retirar la sanción impuesta a la trabajadora. Esta empresa que tildamos de machista trato de despedir a la trabajadora durante su primer embarazo y ahora, con el segundo, le impuso una sanción muy grave.
Ante el abuso de poder sufrido, la trabajadora de la zapatería activó la alarma, en busca de la solidaridad obrera, puesto que en su empresa no disponía de representación sindical. La comunidad de Piztu Alarma recabó información del abuso y se puso en contacto con la empresa para negociar la suspensión de la sanción. La empresa, en una primera instancia, no quiso siquiera reunirse con Piztu Alarma. Así que comenzaron las movilizaciones junto a establecimientos de la cadena RKS. Tras la segunda movilización la empresa se avino a un acuerdo y aceptó retirar la sanción a la trabajadora. Victoria, pues.
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